Empoderarse | Enfadarse | Regalos
El estado de la felicidad conlleva el empoderamiento, y el empoderamiento mantiene un fino equilibrio con la arrogancia.
Somos personas cambiantes desde que nacemos y nacemos en un mundo en el que parece que cambiar es malo, o al menos, perturbador.
Lo que ayer nos interesaba, hoy quizá nos cause desinterés, y lo que nos asusta del mañana, podría ser, una vez allí, nuestro más firme aprendizaje.
Cambiar supone la posibilidad de mejorar y siempre, siempre, queremos mejorar, así que, si tras un cambio tenemos la sensación de haber empeorado, seguiremos trabajando hasta conseguir mejores resultados.
Cambiar es natural y común a todas las personas, desde un punto de vista físico (de bebé a persona centenaria), hasta un punto de vista mental, emocional, etcétera.