LA DEPRESIÓN
La depresión es un TRASTORNO MENTAL, que nos invita a estar triste, abatido, melancólico, lejos de la felicidad, sumido en un bucle de pensamientos que se repiten incesantemente y sobre todo, es un estado basado en el PASADO, en algo que ya sucedió en la línea de tiempo de nuestra vida.
En esta capítulo voy a hacer un acercamiento a uno de los estados mentales que afectan a más de un 4% de la población mundial, dejando a España en el cuarto lugar dentro de la Unión Europea con más casos de depresión según un estudio de finales del 2018.
La depresión es un TRASTORNO ANÍMICO por los efectos que produce y también un trastorno del estado físico, ya que la apatía que produce en altas dosis, ancla al individuo a la inactividad física y al retraimiento de la actividades cotidianas. En cambio, la actividad mental se dispara, como he dicho antes, en un bucle de pensamientos que boicotean al individuo, reviviendo lo que sucedió y cómo lo hubiera podido sortear o afrontar en el momento.
La depresión es uno de los trastornos mentales que existen y que secuestran emocionalmente al individuo que lo está pasando.
Desde un punto social, el tratamiento en sí de la depresión recae en manos de profesionales médicos, especialistas en psicología o psiquiatría, este último enfocado más al uso de fármacos para paliar los efectos depresivos, lo que a corto plazo es efectivo, pero no erradica el foco que lo produce.
Y es que es importante, como en todas las enfermedades, encontrar el foco o agente que hizo detonar el trastorno o la enfermedad, ya que de ese modo, tenemos más herramientas para actuar sobre ella y prevenirla en el futuro.
Pero ¿cómo hacerlo? ¿Cómo prevenir el trastorno depresivo?
Ante esta pregunta, se dan pautas como practicar actividad física, no tomar decisiones importantes, no afrontar retos o tareas tediosas, reunirse con amistades y familiares frecuentemente o evitar a toda costa tóxicos como alcohol y otras drogas, canciones y películas dramáticas y especialmente en esos momentos, alejarse de personas depresivas, tristes, negativas o que en tu día a día no te aportan nada.
DIFERENCIAS ENTRE DUELO Y DEPRESIÓN
DUELO |
DEPRESIÓN |
Pérdida identificable | Puede no haber factores identificables |
Enfoque en la pérdida | Enfoque en el propio sufrimiento |
Anhedonia periódica | Anhedonia constante |
Síntomas físicos fluctuantes | Síntomas físicos prolongados e incapacitantes |
La cercanía de otros es reconfortante | Aislamiento |
Gran abanico de emociones | Está atrapado en sus emociones |
Culpa por aspectos del duelo | Culpa generalizada |
Autoestima conservado | Auto desprecio |
Pensamientos de muerte para reunirse con el ser amado | Pensamiento de muerte relacionados con falta de valor propio y en respuesta al sufrimiento |
A estas recomendaciones, me gusta añadir un reto fácil de llevar:
Mirarse en un espejo y sonreírnos durante un minuto.
Parece absurdo, lo sé, pero nuestro cerebro contiene un tipo de neuronas llamadas “espejo” que se encargan de la adaptación para la supervivencia y que hacen al sujeto imitar su entorno y la interpretación que hace de él. El cerebro asocia la sonrisa con un estado de alegría.
Por tanto, estas neuronas hacen que al ver sonreír a alguien, sonrías y por el contrario, si ves llorar a alguien, te entristezcas. Son las neuronas de empatía por excelencia.
Por cierto, es recomendable repetir este ejercicio un mínimo de tres veces al día.
¡Hablamos de un minuto, tres veces al día!
Estas pautas son importantes a tener en cuenta en su práctica periódicamente, más aún si el individuo está pasando por un estado depresivo, pero es un modo de anestesiar al secuestrador emocional que arrastra al individuo a pensamientos en bucle.
Se intentará salir de la “película mental” para observar la escena desde una posición neutra, más objetiva, como si estuviéramos viendo esa escena en la pantalla de un cine y esa escena, fuera eso, una película que están proyectando.
Preguntarnos algo como. ¿Un niño de 9 meses podría estar deprimido por el motivo por el que estoy deprimido yo?
Si la respuesta es NO, es que no es tan grave y tiene solución.
Me gustan las metáforas con los niños porque ellos son más sencillos dentro de su complejidad como seres que están adaptándose y aprendiendo cada minuto, cada segundo.
Como decía al principio, la depresión es un estado que nos ancla en alguna situación del pasado y el pasado no puede cambiarse, por mucho que revivas la situación visualizando qué harías o qué DEBERÍAS haber hecho.
El dolor, cuando llega, es inevitable, el sufrimiento es opcional.